DESCRIPCIÓN
Tipologías
Tipologías |
Actividades |
P.Históricos |
Cronología |
Estilos |
Plazas de toros |
Espectáculo taurino |
Edad Contemporánea |
1970 |
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Descripción
Esta plaza de toros corresponde a una tipología que se caracteriza por su relación con el paisaje adaptada a la morfología del terreno y aprovechando su desnivel para colocar el graderío. La ingeniosa construcción de este tipo de plazas suele situarse al margen de las arquitecturas cultas.
Este tipo de plaza generalmente corresponde a la formación de un edificio público, que va haciéndose poco a poco, sin arquitectos, construyéndose desde el uso y depurando las costumbres y hábitos populares.
Si bien está relacionada en cuanto a su construcción aprovechando un desnivel del terreno, como las de Benatae, Siles y Torres de Albanchez (provincias de Jaén todas), en este caso no está en el campo, sino en medio de un parque público. Además, una pequeña parte del graderío está construida por encima de su nivel, restando algo menos de un tercio en el nivel inferior de la calle de la que le separa una cerca. Como en este grupo, sobre la puerta de toriles está la tribuna de autoridades. Destaca un foso circular en el centro de la plaza que hace también de burladero, elemento que la convierte en singular
Durante sus fiestas patronales a San Ginés, en agosto, hay encierros y festejos con vacas bravas.
Datos históricos
La tipología específica de Plaza de Toros no surge hasta que en 1754 se construye la de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, seguida de la de Ronda, y será en el XIX cuando se generalice: de hecho, la de la capital de la provincia se construye de 1830 a 1843. Mientras tanto, el correr de toros y los juegos de cañas -documentados ya a fines de la Edad Media-, ejercicio caballeresco relacionado con el aprendizaje y entrenamiento guerreros que se transformaba en espectáculo determinados días al año, se desarrollaba en las plazas de los castillos o en las públicas de pueblos y ciudades. En la capital de esta provincia por ejemplo, en época del Condestable Iranzo, los toros y otros animales se corrían en la Carrera del arrabal de San Ildefonso (hoy calle Carrera) y la entonces nueva Puerta Barrera, mientras se jugaba a cañas en la Plaza de Santa María. Durante el siglo XVII casi todas las corridas se trasladaron a la Plaza del Mercado (DE ULIERTE,L, 1990).
Dado que estas plazas públicas tendían al rectángulo, así es el inicio del lugar donde celebrar las corridas. Sin embargo, la tipología como Plaza de toros específica, más extendida será la circular en el XIX, si bien la poligonal tendrá cierta importancia desde el XVIII, momento en que se populariza la fiesta. Precisamente en esta zona hubo una poligonal, desaparecida en torno a 1960, en La Puerta de Segura.
La realización de la plaza de toros de Madrid en 1872 como un polígono de 60 lados, prácticamente circular por tanto, genera la explotación de esta forma de manera generalizada, como es el caso en esencia de ésta.
En cuanto a la fecha de su realización ha de tomarse como referencia los años de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), cuando se extienden por toda España los festejos taurinos, si bien en esta zona eran muy comunes, como consta documentalmente por ejemplo en el caso de Siles, desde fines de la Edad Media. Abunda en la datación citada las noticias que proporciona el Archivo Municipal de Beas de Segura, que aún carecía de una construida en 1934; la carestía de la madera que todos los años había de comprarse o alquilarse para adaptar a la corrida las plazas públicas o los baldíos donde celebrarse es posiblemente la causa de la decisión de edificar plazas como ésta de bajo coste.