El patrimonio contemporáneo y el paisaje urbano histórico

El debate sobre la definición del paisaje urbano histórico sigue abierto, y apunta hacia dos ideas principales, como son la premisa de la compatibilidad entre desarrollo y conservación del patrimonio urbano; y la identificación de los agentes que intervienen en la conservación del patrimonio para fomentar su cooperación. Y la cuestión surge: de qué manera es trasladable este debate al contexto de la periferia urbana, y en concreto a El Carmen.
Conservación y desarrollo urbano se dan la mano a diferentes niveles. A nivel arquitectónico y urbano, considerando el tejido construido a finales de la década de los años 50 como infraestructura básica que han de modificar tanto la experiencia cotidiana del habitar de sus vecinos, como la acción de técnicos que identifiquen aquellos atributos susceptibles de actualización y evolución. En lo histórico, incorporando nuevas narrativas al barrio de El Carmen relacionadas con la imaginación de sus propios habitantes, más allá de las oficiales. En lo cultural, atendiendo al barrio en tanto manifestación de una arquitectónica concreta basada en paradigmas de arraigo en lo local.
En lo económico, procurando mejoras en la eficiencia energética, tanto como en las actividades que puedan incorporarse a la vida del barrio más allá de las residenciales que marcaron su origen. En lo social, sabiendo que la visión paternalista subyacente en las políticas de vivienda social del Franquismo requiere de una relectura contemporánea por la cual los espacios y sus usos hayan de ser valorados por sus protagonistas, es decir, los ciudadanos.
Esta última cuestión resulta especialmente importante a la hora de incorporar el segundo aspecto fundamental, como es la identificación de los agentes implicados en la conservación del patrimonio. Una vez superada la adscripción limitada al campo de los expertos, la conservación urbana requiere de su integración en una cultura democrática, en la cual la participación encuentre sus cauces para reflejarse en barrios y pueblos de la misma manera que la tecnología: de manera planeada, ubicua, e identificable. En este sentido, es importante recordar una de las frases lanzadas en el último Encuentro sobre la Implementación de la Recomendación de Paisaje Histórico Urbano en el centro WHITRAP de la UNESCO en Shanghái: para conseguir el objetivo de una ciudad verdaderamente sostenible, será necesario desconectar la idea de conservación como exclusiva del patrimonio. Solamente el aumento de la conciencia y la atención sobre el ambiente construido que nos rodea podrán dar las claves de la ciudad patrimonial del futuro.