Desde el proyecto PACTO, continuando con las tareas establecidas en las acciones 1 y 2 dedicadas a registrar conocimientos, usos y técnicas tradicionales, Aniceto Delgado Méndez, técnico del IAPH y miembro del equipo investigador del proyecto, ha documentado el oficio y la técnica para trabajar y procesar la enea en la localidad de Los Palacios y Villafranca (Sevilla), de la mano del maestro Juan Luna, cuyo taller artesano se encuentra en dicha localidad.
La enea, también conocida como espadaña o anea, es una planta herbácea silvestre típica de humedales, ríos y ambientes palustres, que muere y brota cada año. Los brotes se recolectan en invierno y primavera, cuando comienzan a aparecer sobre el agua, y sus tallos y largas hojas han sido empleados de manera tradicional para numerosos usos, entre ellos para la elaboración de sillas, cestos, alfombras, esteras y otros objetos similares, gracias a su abundancia en los espacios templados y húmedos de la península, así como por sus propias características de versatilidad, flexibilidad y resistencia.
El empleo de estas fibras vegetales puede contribuir a mitigar los efectos negativos del cambio climático pues, por ejemplo, su uso en lugar de materiales sintéticos para la fabricación de objetos reduce la dependencia de recursos fósiles y disminuye las emisiones asociadas a la producción de dichos objetos. Así mismo, esta planta tiene la capacidad de absorber contaminantes y nutrientes excesivos del agua, mejorando la calidad del agua y restaurando ecosistemas acuáticos deteriorados.