Silvicultura

La silvicultura es la ciencia y práctica de cultivar, gestionar y conservar las formaciones forestales para obtener de ellas bienes y servicios de manera sostenible.

Los conocimientos silvícolas abarcan desde la plantación y cuidado de árboles, hasta la gestión integral de ecosistemas forestales, buscando un equilibrio entre el aprovechamiento de recursos y la preservación de la biodiversidad. Actividades como la saca de corcho, podas, clareos y claras, carboneo o piconeo son algunas de las comprendidas en este grupo de conocimientos.

Relación con los ODS

En el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la silvicultura desempeña su papel más destacado en el ODS 15. Vida de ecosistemas terrestres y el ODS 13. Acción por el clima, ya que contribuye, además de a la conservación de la biodiversidad, a la protección de cuencas hidrográficas y al secuestro de carbono.

Estrategia de actuación

Efectivamente, la silvicultura ofrece estrategias significativas para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático. Los bosques gestionados de manera sostenible actúan como sumideros de carbono mediante la absorción del CO2 atmosférico y su almacenamiento en la biomasa y el suelo. Las prácticas silvícolas pueden aumentar, también, la diversidad de especies y estructuras forestales, con la consiguiente mejora de la capacidad de los bosques para resistir y recuperarse de perturbaciones climáticas. Además, la silvicultura ayuda a regular los ciclos hidrológicos, reduciendo el riesgo de inundaciones y sequías, problemas que se extreman, tanto en intensidad como en frecuencia, con el cambio climático.

Del mismo modo, los conocimientos asociados a la silvicultura favorecen el uso de madera y otros productos forestales como alternativas renovables a materiales con mayor huella de carbono, y son fundamentales para la recuperación de áreas degradadas, por el aumento que ello supone de la cobertura forestal y los servicios ecosistémicos asociados.

Estos conocimientos son, pues, herramientas que pueden ayudar en lucha contra el cambio climático, ya que ofrecen soluciones basadas en la naturaleza que contribuyen tanto a la mitigación como a la adaptación a sus efectos. Su integración en políticas de gestión del territorio y conservación de paisajes culturales es útil para enfrentar los desafíos climáticos actuales y futuros.

Referencias:
  • FAO. (2020). El estado de los bosques del mundo 2020. Bosques, biodiversidad y personas. Roma.

  • Naciones Unidas. (2015). Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Resolución aprobada por la Asamblea General el 25 de septiembre de 2015.

  • Parlamento Europeo. (2023). Cambio climático: cómo gestionar mejor los bosques como sumideros de carbono. Disponible en: https://www.europarl.europa.eu/topics/es/article/20170711STO79506/cambio-climaticocomo-gestionar-mejor-los-bosques-como-sumideros-de-carbono
  • Thompson, I., Mackey, B., McNulty, S., Mosseler, A. (2009). Forest Resilience, Biodiversity, and Climate Change. A synthesis of the biodiversity/resilience/stability relationship in forest ecosystems. Secretariat of the Convention on Biological Diversity, Montreal. Technical Series no. 43, 67 pages.

Material bibliográfico-documental

Prácticas, experiencias y territorios relacionados