La casa de Juan de Arguijo se situaba en la actual calle de Laraña frente a la sede de la Facultad de Bellas Artes y la iglesia de la Anunciación. Fue destruida por un incendio en 1914, pero se pueden conocer algunos aspectos gracias a José Gestoso, quien recogió varias imágenes anteriores a su destrucción y nos aporta algunas noticias
La casa, adquirida por el padre de Juan de Arguijo a mediados del siglo XVI, llegó a ocupar una extensa área desde la actual calle de Arguijo hasta la plaza de la Encarnación. Como otros palacios sevillanos de la época, combinaba la tradición mudéjar con elementos del renacimiento italiano.
El acceso a la casa se realizaba a través de un portal de mármol que daba entrada a un patio principal con galerías de arcos peraltados y columnas que sostenían una cubierta plana. A continuación se situaba un segundo patio, más pequeño, con hornacinas en sus paredes. Es en este patio donde debió situarse su colección de esculturas clásicas que, como buen humanista, reunió Arguijo siguiendo los pasos de sus contemporáneos, que tenían como modelo la colección que el Duque de Alcalá congregó en la Casa de Pilatos.
El portal de la casa, de una gran sencillez compositiva, se hallaba rematado por el escudo nobiliario de la familia.Fue sustituido por el de los Herrera, una vez que la casa pasó a su propiedad tras las dificultades económicas por las que atravesó Juan de Arguijo.
Junto al jardín había un amplio salón en el que destacaba un techo pintado en lienzo. Son estos techos que un día decoraron la estancia de la Casa de Arguijo para los que fueron diseñados estas pinturas,que hoy se restauran en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
Este conjunto de pinturas es ejemplo y paradigma de decoración de una casa de linaje noble en la Sevilla del siglo XVI. El programa iconográfico se puede poner en paralelo con otros ejemplos que, aun siendo posteriores, tienen características similares. Nos referimos a los techos del Palacio Arzobispal y de la Casa de Pilatos, ambas en Sevilla. Es posible incluso mirar hacia la Italia del momento donde artistas como Vasari plantean las mismas soluciones decorativas.Aunque no hay seguridad del uso que se dio a la estancia a la que se destinaron se ha pensado que pudieron decorar la biblioteca de Juan de Arguijo. Probablemente era uno de los lugares en el que se reuniría lo más granado del panorama cultural de la ciudad.
Largas sesiones de tertulias y debates con destacados contertulios de formación humanista como Fernando de Herrera,los maestros Medina y Girón, Juan de la Cueva, Céspedes y Pacheco con sus teorías artísticas, el pintor Alonso Vázquez,el portugués Pereira, y por supuesto, los cantos del poeta y músico Juan de Arguijo.
Pero como hemos dicho, debido a las dificultades económicas que atraviesa Juan de Arguijo, la casa fue embargada,subastada y finalmente adquirida por Francisco de Herrera y Melgarejo por el precio de 12.000 ducados. Su descendiente,Luis de Herrera, la agregó al mayorazgo de este nombre en 1742, radicado en la Casa de los Marqueses de la Granja.
En torno al año 1860, el entonces Marques de la Granja traslada los lienzos del techo, junto con las esculturas del patio, a la que sera entonces su morada, el palacio de Monsalves, salvándolos como ya nos informara Antonio María Fabié, de su desaparición en el incendio que asoló la casa en 1914.