Moisés haciendo brotar el agua de la roca de Horeb

  • 1669 - 1670
  • Óleo sobre lienzo
  • 236 x 575 cm

Esta pintura le fue encargada a Murillo por Miguel de Mañana. Para ello, el pintor se basó en el Libro del Éxodo del Antiguo Testamento y representa el momento en el que interviene Moisés, que aparece en el centro del cuadro, para aplacar la sed del pueblo de Israel que iba cruzando el desierto y estaba a punto de morir. Para ello, imploró la ayuda del Señor que le indica que debe golpear con un cayado la roca de Horeb. Como puede observarse a la derecha de la pintura, sale un potente chorro de agua al que distintos personajes se acercan para recogerla con recipientes. Resalta en el centro las figuras de Moisés y Aarón que agradecen al Señor el prodigio y la figura del niño que monta sobre el caballo, que mira directamente al espectador y señala a los autores del milagro.