Preparación del viaje
Magallanes, antes de llegar a España, presenta su ambiciosa idea al rey de Portugal, pero éste lo desprecia. Decide entonces probar suerte en España y lo propone ante la Casa de la Contratación.
Pero lo rechazan de nuevo. Lejos de rendirse, le hace llegar el proyecto al mismísimo rey Carlos I quien, para su sorpresa, se entusiasma con él y le pone una flota de cinco naves a su disposición. Durante dos años se instala en Sevilla para ir preparando el viaje: reparar y poner a punto los barcos, contratar a la tripulación, embarcar las vituallas, revisar las cartas de navegación, cargar la artillería y, en definitiva, todo lo necesario para el viaje.
Mientras tanto, los espías del rey portugués se mueven por la ciudad intentando poner trabas a la expedición