• 1650
  • Óleo sobre lienzo
  • 436 x 292 cm
  • Procedencia: Convento de San Francisco

A esta representación de la Inmaculada de Murillo se la conoce como La Grande o La Colosal, por el gran tamaño del lienzo. En esta representación, mira hacia abajo, flexiona la rodilla izquierda apoyándola en las nubes que sostienen los ángeles y el pie derecho en el globo lunar. El color dado a la túnica y al manto, se basa en la visión que tuvo la beata Beatriz de Silva en el siglo XVI. Murillo lo recoge y lo lleva a sus Inmaculadas como puede observarse en este lienzo.