- 1668 - 1669
- Óleo sobre lienzo
- 283 x 188 cm
- Procedencia: Iglesia del convento de los Capuchinos
San Antonio de Padua fue un santo franciscano que nació en Lisboa en 1195. En esta pintura se cuenta el milagro de la aparición del Niño Jesús al santo, lo que le da el carácter de protector de la infancia. El santo viste el hábito marrón de su orden, amarrado a la cintura por un cíngulo, apareciendo arrodillado en un suelo rocoso en el momento que se le aparece el Niño Jesús en su habitación. El Niño figura sentado sobre un libro y el santo lleva en su mano derecha una rama de lirios, como símbolo de pureza. La escena se completa con las figuras de ángeles en la parte superior.