San Francisco abrazando a Cristo en la cruz

  • 1665 - 1666
  • Óleo sobre lienzo
  • 200 x 176 cm
  • Procedencia: Iglesia del convento de los Capuchinos

San Francisco nació en la ciudad italiana de Asís en 1182. La pintura de Murillo recoge una visión o sueño del propio santo en la que se ve transportado hasta el lugar donde está crucificado Jesús. Se eleva para abrazar su cuerpo, pero Cristo desclava su mano derecha y la apoya con ternura sobre la espalda del san Francisco. El argumento de esta visión está relacionada con el deseo del joven Francisco de abandonar sus bienes terrenales. En la pintura aparece recogido en el texto en latín del Evangelio de san Lucas que sostienen los ángeles que traducido dice: “quien no renuncia a todo lo que posee, no puede ser discípulo mío”. El globo terráqueo que aparece bajo el pie derecho del santo, simboliza su desprecio por las cosas de este mundo y a todo lo material.